ADJUDICO EL FALLECIMIENTO DEL UNIFORMADO A LA OPERACIÓN CARDIACA QUE HABIA ATRAVESADO.

Lamentable dichos del Secretario de Prevención de Seguridad de Córdoba, respecto a la trágica muerte del sargento Soria tras un hecho delictivo.

Oscar Soria murió el domingo doce de noviembre por la tarde después de impedir un robo y detener a dos ladrones que se escabulleron en una construcción de barrio Pueyrredón. Estaba de licencia y de civil, arreglando un auto en la puerta de su casa. Sin embargo, su vocación lo obligó a actuar.

Tras retener a los sospechosos, familiares de estos atacaron a los uniformados y lograron que sean liberados. En medio de esa trifulca, Soria se descompensó. Lo trasladaron a un nosocomio cercano y, minutos después, falleció.

Lo relatado fue el hecho real de lo que paso y si bien el sargento Soria perdió la vida por su comprometida vocación de servicio, honestidad y demostrando la nobleza y el profesionalismo que lo caracterizaba, la lamentable perdida de su vida no fue debido a su delicado estado de salud, fue debido al ataque a golpes y el estrés producido por los delincuentes y familiares que lo atacaron salvajemente, esto fue un homicidio y la familia pide justicia, no se puede ni se debe tapar el sol con un dedo, si no hubiese sido golpeado el y su hermano por cinco maleante, hoy estaría con vida, basta de querer justificar lo injustificable, los delincuentes están asesinando a ciudadanos civiles y policías, con armas o sin armas, basta de disfrazar la violencia tan virulenta de la delincuencia justificando de alguna manera un hecho tan grave, dándole otra connotación a un homicidio en ocasión de un intento de robo con alevosía, ya que quienes intervinieron en el ataque eran cinco individuos contra dos.