Casación revirtió el fallo de hace tres años y dio lugar a las acusaciones de los fiscales que habían sido desestimadas. Para la justicia, el ex jefe de Drogas Peligrosas, Rafael Sosa lideró una asociación ilícita que cometió numerosos delitos en complicidad con narcos.

El narco escándalo que conmocionó a la policía cordobesa en 2013, el titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico de Córdoba, pese al cúmulo de prueba producida, los jueces subrogantes del TOF 2 de la provincia de córdoba, descartaron la acusación e impusieron penas leves en la causa que se conoció como el «Narcoescándalo» que conmocionó a la policía cordobesa, los cuales a esta banda le habían impuesto penas irrisorias, según informaron los Fiscales, el imputado que recibió la pena más alta es el ex comisario Rafael Gustavo Sosa, quien primero fue director de Drogas Peligrosas y luego titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, y en el debate oral sólo había recibido tres años y ocho meses de cárcel por violación de los deberes de funcionario público y había recuperado la libertad por haber cumplido dos tercios de la pena.

ELEVAN A 10 AÑOS DE PRISION LA CONDENA DEL EX TITULAR DE NARCOTRAFICO DE CORDOBA.

Fue condenado a diez años de prisión al ser revocada una pena menor que le habían impuesto en córdoba, hace tres años.

El fallo, que alcanzó a otros cuatro policías, y fue dictado por la sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, que hizo lugar por mayoría a un recurso interpuesto por la fiscalía contra un fallo de 2016 en el que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Córdoba los había condenado sólo por el delito de violación de los deberes de funcionario público.

Según informó Fiscales, el imputado que recibió la pena más alta es el ex comisario Rafael Gustavo Sosa, quien primero fue director de Drogas Peligrosas y luego titular de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, y en el debate oral sólo había recibido tres años y ocho meses de cárcel por violación de los deberes de funcionario público y había recuperado la libertad por haber cumplido dos tercios de la pena.

En aquel juicio, los fiscales cordobeses Enrique Senestrari y Abel Córdoba acusaron a los imputados por su participación en múltiples delitos: asociación ilícita, privación ilegal de la libertad agravada, falsedad ideológica de documento público, extorsión, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falso testimonio agravado, aunque pese al cúmulo de prueba producida, los jueces subrogantes del TOF 2 de la provincia de córdoba, descartaron la acusación e impusieron penas leves en la causa que se conoció como el «Narcoescándalo» que conmocionó a la policía cordobesa en 2013 y derivó en la remoción de toda la cúpula de seguridad.

En el fallo, se receptó el encuadre formulado por el Ministerio Público Fiscal, en cuanto a que alcanza a todos los imputados la «común circunstancia agravante que se sirvieran de su calidad de funcionarios públicos, favorecidos por la estructura organizada y jerarquizada de la Dirección de Lucha con el Narcotráfico de la Policía de la provincia de Córdoba para concretar sus propósitos criminales y aventar así las sospechas».

En relación con el papel y la función de Sosa, Mahiques sostuvo: «Las circunstancias agravantes a valorar para determinar la pena son la especial gravedad de los hechos; el cargo jerárquico que ocupaba en la dependencia policial como Jefe del Departamento de Investigaciones y de la División Precursores Químicos y Planificación; y su formación profesional calificada y específica, que le facilitó concretar sus propósitos criminales y le permitió garantizarse la impunidad por mucho tiempo».

Los otros policías que resultaron condenados son Gustavo Julio González jefe de Inteligencia que revistaba en la misma Dirección, Alfredo Damián Seine jefe de Brigada, Fabián Peralta Dattoli jefe de calle y Franco Argüello oficial inspector.

González recibió 4 años de cárcel, Seine 3 años y seis meses, Dáttoli 3 años y seis meses y Argüello 8 años, al que también se le ratificó el delito de extorsión.

La Cámara de Casación también consideró dos agravantes y, al respecto, Mahiques sostuvo: «Es considerado como agravante el número de personas que integraba la asociación ilícita (superior a tres personas) y los medios empleados para cometer los ilícitos reprochados (como, por ejemplo, generar informes falsos), como también la prolongada extensión asociativa (desde comienzos del 2010 hasta su detención en el año 2013)».

EL EX COMISARIO SOSA HOY JEFE DE SEGURIDAD DE BACAR.

Es muy indignante ver como todos aquellos que se van de la policía de córdoba, habiendo cometido delitos, hechos de corrupción; etc. siguen siendo amparados por el poder político de turno, por ejemplo, Sosa es nada menos que jefe de seguridad de la empresa de caudales Bacar, la pregunta sería, ¿no sería incompatible que aquel que tuviera causas judiciales o hubiese sido condenado por algún delito, no podría ni tendría que trabajar en empresas financieras y trasporte de caudales?, la verdad es como poner el zorro a cuidar las gallinas.