Cuando las cosas comienzan a perder la lógica… Hay que buscar la manera de encausarlas nuevamente. Soy músico de profesión, integré esta hermosa Banda por elección.
Hace treinta y seis años de este mismo mes se hacía realidad el deseo de ingresar a la Banda de Música de la Policía de le Provincia de Córdoba, puesto que había rendido concurso dos años antes, porque era la única manera de poder ingresar y la cual me parece la más indicada.
El día que recibí la notificación de que debía presentarme me invadió una sensación de felicidad y también debo reconocer que aparecieron algunos temores que fueron desapareciendo cuando fui conociendo a cada uno de los integrantes que me daban la bienvenida, tuve la sensación que estaba en la familia perfecta. En ella se respiraba, se compartía música y camaradería, el respeto hacia la persona no conocía de jerarquías, solo de valores y conocimientos. Conocimientos que tenían sus diferencias pero que se discutían para cumplir de la mejor manera posible con la función, esa de engalanar un acto protocolar o llevar alegría a Las plazas de los barrios como así también en algún concierto didáctico en las escuelas donde la Banda era solicitada. Fueron 23 años compartidos por decisión personal con compañeros que cada día de mi vida con solo cerrar los ojos están en el lugar donde nunca nadie podrá quitármelos. Me van a pertenecer mientras Dios me dé vida.
¿Por qué esta introducción? De un ex componente de la banda de música.
Porque hoy duele la información que llega a este medio y como tantas otras áreas de la policía que están siendo destruidas, ya nada es como antes, todo ha cambiado, el valor de las personas ha dejado de existir, se ningunea la capacidad de los integrantes. Donde todo está reducido a un número y también son piezas de descarte.
La información que nos llega una vez más habla de cómo se destruyen y corrompen áreas de la policía de Córdoba, quiere poner en conocimiento sobre una serie de sucesos y que avergüenza por sobre todas las cosas ya que manchan el orgullo de esta ex gloriosa institución.
Nos dicen que es penoso saber que el sistema encargado de DICIPLINAR la institución hace la vista gorda cuando los causales de faltas administrativas graves y gravísimas son oficiales jefes y oficiales sub alternos. Esto sucede en la Banda de Música de la Policía de Provincia de Córdoba, la cual está a cargo de la Dirección General de Relaciones Institucionales, a cargo del Crio My. Lic. Sebastián Del Carpio, el cual nombra a su pareja la Crio. Lic. Díaz Mariana, (la cual no presenta formación musical profesional, siendo este un requisito fundamental para ejercer dicha función además de estar en tareas no operativas) Como titular del Departamento Banda de Música. A su vez cumple función allí el Of. Ppal. Criado Oscar Aníbal, en función como Jefe de la división ensamble. El día 15 de mayo del corriente año el director de la DRI (Del Carpio) cumplía años, por directivas de la titular, Crio. Díaz y el of Ppal. Criado se retiran de la dependencia, con elementos de sonido (parlantes, micrófonos, cableado) e instrumentos musicales (conga, tambora, güira y otros accesorios) de esta dependencia, como así también se designa por libro de guardia a efectivos policiales (MUSICOS) recargados para hacer de animadores de la fiesta privada de cumpleaños obligados y recargados después de hora para festejarle el natalicio al Director, por otra parte se constata, que el Of Ppal. Criado Oscar el cual cumplía su función, FULL TIME, hacía uso y abuso de sus facultades como titular cobrando la función de jefe de la División Ensamble y a su vez no solo delegando la función y no cumpliendo las horas laborales sino que además se daba el lujo de anotarse jornadas extendidas para acrecentar lo percibido (INCURRIENDO EN UNA ESTAFA PARA LA PROVINCIA EN POCAS PALABRAS ….ROBANDO). Por otra parte, se extorsionaba al personal para la compra de vestimentas policiales no Homologado por Jefatura, sino a capricho de la pareja de oficiales jefes a cargo. Cabe aclarar que todo lo antes mencionado, fue puesto en conocimiento al Tribunal de conducta Policial, no obteniendo resultados de sanciones, solamente el premio de Licencias anuales a la pareja Del Carpio y Díaz, y según información no oficialmente el pase del Of Ppal. Criado a la división patrulla aérea, la cual arrastra con otro escándalo de público conocimiento.
Por lo antes mencionado, quienes nos hacen llegar la información, piden por favor sea atendida dicha situación relatada brevemente, sosteniendo pruebas de lo mencionado como fotos de constancias de libros de guardia y libros de jornada extendía donde se afirma el mal accionar de estas personas. Solicitan se limpie de ellas su gloriosa y respetable institución Policial, y que dicho tribunal se atenga al cumplimiento honroso de la Ley, claro está el caso del titular de la Dirección General Policía Caminera el cual ha sido premiado con la jubilación y no la exoneración de la institución como seria lo debido.
Cuando hice pública la carta con la que comienza esta redacción. Tuve el llamado de algunos ex compañeros que quisieron hacerme ver como que estaba equivocado. Lógicamente mis convicciones no la doblega nadie y hoy se ven mas reagirmadas que nunca .
Ojalá alguien con un manto de sensatez ponga las cosas en el lugar que corresponden. Y respeten a esa persona que posee el «Don» de expresar el arte desde la música integrando a la BANDA DE MÚSICA DE LA POLICIA DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.
Buen día. No puedo aseverar lo dicho, pero tampoco negarlo.
Soy retirado de la Banda (27 años en función) los cuales 25 transcurrieron en la Banda Infanto Juvenil, desempeñandome como Docente y Director de la misma. Me retire en el 2010, momento en que presente a mi hijo para ingresar a la misma cumpliendo todos los requisitos exigidos y su título como egresado del Conservatorio Provincial de musica Feliz T.Garzon, el cual acredita su capacidad para ocupar dicho cargo y dispuesto a someterse al concurso correspondiente. Nadie atendió con interés mi pedido, ni los jefes de adentro ni los de afuera. Después de largo derrotero mi hijo viendo mi desilusión me pidió que me despreocupara, y con gran tristeza le hice caso mientras veía como se ocupaban los lugares con personas apadrinadas de buena cepa. Gracias a Dios su preparación le permitió ingresar a otra fuerza. En definitiva, las palmadas y felicitaciones por el trabajo realizado, fue la hipocresía mas grande que conocí en mi vida. Me sentí expulsado de la gran familia policial, nunca más volví y hoy ni siquiera recuerdo mi paso por ella. Si conservo el afecto de los buenos amigos y los alumnos que me permitieron crecer junto a ellos.