La modernización y sindicalización para los uniformados es un reclamó largamente llevado a través de los años por aquellos que insisten que el personal de seguridad son seres humanos, con derechos laborales como cualquier trabajador.

El tema de las policías de Argentina, muchas veces criticadas, para algunos leguleyos tildadas de anacrónicas y señalando que no tienen recursos y deben modernizarse, como si esto último dependiera del personal.

Muchas veces señalados y siempre cuestionados, como hombres que son formados para “obedecer y no para pensar”, desde nuestro lugar nos preguntamos, hasta cuándo van a seguir estigmatizando a las fuerzas de seguridad como si aún pertenecieran a la época del proceso.

La sindicalización de las fuerzas de seguridad, es necesaria, aunque no guste por pensamientos muy obtusos, que se imaginan, solo huelgas policiales, nada más lejos de lo que es un sindicato de las fuerzas, el estatuto es especial y limitativo, pero amplio en lo que debe defender, el derecho a participar en la paritarias, derechos al respeto de la labor, protección legal, defenderlos de los abusos de autoridad; etc, y sobre todo el derecho a ser capacitados.

Además de tener en cuenta que los ministros de seguridad que el gobierno pone en funciones, jamás van a poder acompañar la labor policial, porque no están capacitados para esos cargos.

En la Policía solo trabajan los de abajo y lo hacen en condiciones pésimas, hasta el momento no hay un solo comisario que se le plante a un funcionario político para hablar de modernización o de derechos, se ha perdido la vocación, ya no piden ni recursos.

Hoy la policía dispone de escasos recursos, la prevención ya no existe ya que sólo el 20 % de los policías hacen esa tarea. Casi todos los recursos son para atender a las cúpulas. El gobierno no permite que se difundan estadísticas, tratan de ocultar los delitos cuando la realidad está a la vista de todos, esa maldita tendencia a negar todo y ocultar la mugre bajo la alfombra, esa práctica produce muchas víctimas, porque no se trabaja sobre los delitos reales.

Hoy los responsables de la seguridad no saben nada, no hay un rumbo, no hay una estrategia política en prevención y lo peor no hay expertos.

La sindicalización, se puede visualizar muy lejana y hasta pensar que solo es una utopía, es una triste realidad que en Argentina no se permita la sindicalización de policías, demuestra la ignorancia supina de nuestra clase política, por ejemplo, en Holanda, Uruguay, España; etc, las policías tienen sindicatos y no andan haciendo huelgas.

Acá, la voz del policía no se escucha, son los trabajadores sin derechos y los más castigados, una contradicción, en un país donde abundan los sindicatos.