MIENTRAS SIGA ESTA CONDUCCION POLITICA NADA VA A CAMBIAR.

Llega a nuestra redacción un hecho más delictivo de los tantos que nos preocupan día a día, aunque esta vez además de la violencia de los delincuentes, el accionar policial para el olvido.

El hecho fue en barrio empalme, donde siete sujetos menores armados se meten a una casilla de guardia instalada en este sector, donde estaban de custodia dos guardias de seguridad los cuales son despojados de sus elementos personales, además estos delincuentes los golpearon salvajemente, se hace presente el móvil en el lugar y las victimas les indican por donde se están dando a la fuga los sujetos, inmediatamente el móvil sale en su persecución, y a los cinco minutos regresan aduciendo, que les ganaron e ingresaron a Villa, por lo tanto no entregan el procedimiento como corresponde, los mandan a los damnificados que están todos lastimados a realizar la denuncia y se retiran del lugar como si nada hubiese pasado.

Desde ya sabemos todas las trabas y falta de apoyo legal e institucional que tiene el personal policial y podemos llegar a entender que en algunos casos prefieran llegar tarde por el terrible protocolo donde tienes que elegir entre defender tu vida ir preso y quedarte sin trabajo o morir, pero este accionar no es digno de policías con vocación de servicio, pidan refuerzos, órdenes de allanamiento, entren a la maldita villa, hagan su trabajo y si no, al menos hubiesen trasladado las victimas como corresponde y entregado el procedimiento, al menos que si hay miseria y falta de capacidad que no se note.

COMISARIO ASALTADO.

Un comisario que circulaba por el Km 11 se le queda el auto en la Variante Juárez Celman donde se une con la Juan B Justo, donde aparecen varios delincuentes y lo asaltan, llevándole todas sus pertenencias, su arma reglamentaria, las llaves del auto y lo golpeándolo ferozmente. La lamentable sensación que deja este hecho, es que la delincuencia gana terreno a pasos agigantados y muchas veces no es solo la falta de una reforma del código penal ya bastante obsoleto para este siglo, sino que además las pocas herramientas del código penal que le quedan para usar a fiscales y jueces parece que las usan mal, ya que los delitos suben y los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra.