Como ya dijimos cuando se trata de personal de fuerzas de seguridad siempre trataran de que titulares y noticias sean sensacionalistas, en el día de ayer según todos los medios, el fiscal Mana ordeno la detención de diez mujeres penitenciarias, como siempre serán culpables hasta que se demuestre lo contrario.
LA NOTICIA.
Una grave denuncia de violencia institucional sacude al Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC): un varón trans detenido en la Cárcel de Mujeres, ubicado en el complejo carcelario de Bouwer, dijo haber sido golpeado de manera brutal. Los hechos fueron investigados por la jefa del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC), Carolina Funes, luego de la queja que recibió por parte del preso. Fue la autoridad penitenciaria quien se apersonó ante la Justicia con evidencias y pruebas. Todas están acusadas de agredir física y psicológicamente a un interno alojado en esa unidad. Fueron imputadas por “severidades y apremios ilegales” y Mana no descarta que alguna de estas acusaciones pueda variar en la medida que avance la pesquisa.
El episodio también fue confirmado por autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, quienes reconocieron la gravedad del caso, pero destacaron que la intervención de la Justicia tuvo lugar tras la presentación del propio SPC.
El denunciante es una mujer trans que permanece alojada en el penal de mujeres por disposición judicial. “Se trata de una mujer que se auto percibe varón, pero está en el EP3 porque, por su condición, la Justicia indica que debe permanecer ahí”, según indicó una alta fuente del Ministerio.
De acuerdo a lo que pudo establecer este medio, el denunciante presentó ante las autoridades una denuncia por maltrato físico y psicológico por parte de agentes del servicio penitenciario.
El interno habría sido abordado por al menos cuatro guardias cárceles el domingo 23 de noviembre, cuando en el lugar el movimiento cotidiano es más reducido.
LA VERDAD DE LO QUE PASO.
Ese 23 de noviembre, se produce una revuelta en el pabellón donde estaba alojado esta persona trans, la cual le estaba dando una brutal golpiza a su pareja, de inmediato se le ordena a las empleadas intervenir para hacer cesar el violento hecho, a lo que este interno totalmente sacado, golpea a las penitenciarías y toma a una de ellas de rehén, en esos momentos todo era un descontrol donde también intervinieron otras internas, pero de eso nadie habla, según el interno aduce haber sido víctima de una emboscada, sería interesante que explique cómo y porque le habrían preparado una emboscada, y cuál sería el motivo para darle una fuerte golpiza.
Pero nada está claro todo es confuso y nadie explica nada, además el hecho fue denunciado por el interno nueve días más tarde, la verdad queda como medio armado, y el pasado martes a las 12.30, la fiscalía de Mana recibió la denuncia, de parte del inoperante jefe del SPC y a las 16 fueron diligenciadas las detenciones.
Se tomó demasiado tiempo para denunciar y el jefe del servicio actuó demasiado rápido para denunciar, cuando tienen montones de hechos gravísimos que todos los días son denunciados por internos que realmente sufren torturas, vejámenes; etc., y ni el servicio ni ningún fiscal hacen nada, será que los otros denunciantes valen menos o quienes cometen los delitos trabajan para la corona por eso nadie hace nada.
Quieren que les recuerde que hay denuncias de internos inocentes que los plumas del pabellón les piden plata a sus familiares, les quitan los víveres y ropas que les dejan sus familiares y los golpean, torturan y viven en una constante amenaza de muerte y los jefes y guardias que son cómplices no hacen nada, tengo las denuncias de las madres de lo que digo, a pero la vara siempre va medir distinto, quieren demostrar lo que no hacen, porque siempre los que van presos son los inocentes, están los perejiles y los protegidos, la institución penitenciaria se ha convertido en un botín para quienes lo manejan y una tortura para los que trabajan.

