El joven condenado no tuvo contacto físico con las víctimas. El caso sienta jurisprudencia.

El joven de 25 años, identificado como J.E.L., fue condenado a 14 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal pese a que nunca tuvo ningún tipo de contacto físico con las niñas, niños y adolescentes  que victimizó. El pedófilo coaccionó a dos hermanitos para que tuvieran sexo oral entre ellos.

El caso conmueve a la localidad de Colonia Caroya por la gravedad de los hechos y por tratarse de un vecino del lugar que no contaba con antecedentes policiales ni judiciales. Los investigadores aseguran que el pedófilo condenado «tenía una importante cantidad de material pornográfico infantil” en su computadora.