Nos llega a nuestra redacción una denuncia que refleja todo el agotamiento psíquico y físico con el que se encuentra trabajando hoy el personal policial del este Cordobés, todo pasa por la cantidad de jefes que lo único que les importa es ascender para poder irse con una suculenta jubilación, solo ocupan una oficina y van solo a hacer acto de presencia. Mientras hacen migas para poder seguir trabajando fuera de la departamental, en su retiro, en cargos políticos o afines.

UNA DEPARTAMENTAL A LA DERIVA.

Nos dicen que el Comisario Berardo, con infulas de jefe, sin capacidad de mando, sin capacidad de convencimiento y según nos dicen solo se mantiene porque es amigo de Derfler y estaria sostenido por el poder católico y político de Arroyito, peleado con su segundo, Quevedo, va sola la departamental, realmente tiene agobiado a todo el personal.

LA VIDA IMPOSIBLE PARA TODOS Y TODAS

Según lo manifestado por nuestra fuente, el comisario Pablo Berardo hoy director de la Dptal. San Justo, la delincuencia hace estragos, si reacción policial, y éste solo se dedica a perseguir laboralmente a todo el personal, pero además tiene una particularidad en su accionar, ya que constantemente está vigilando al personal femenino, por ejemplo nos dicen que es de citar mujeres a horas poco usuales, y en una aptitud machista, las aterrorizas diciendo que va ver que destino les da, o sea al menos un amedrentamiento bastante perverso o un favor ¿Será tan así?.
En esta anarquía que maneja este Berardo, según lo recabado es porque todo esta encumbrado con el poder de Arroyito, el cual lo puso en el lugar que ocupa y quien le da la espalda para permanecer, porque claramente demostró su ineptitud para el cargo que ocupar… ah… cierto, la fuente nos informa que tenía una excelente relación con el nobel DERFLER y que hoy siguen del mismo modo.
En consecuencia, no se entiende que este comisario que solo le interesa llegar a fin de año y ascender, que solo hace la plancha, cero ideas, pero fedatario de DERFLER en inutilidades operativas y efectividad real a la hora de prevenir el delito, lo cual demuestra su total desinterés por la institución, solo permanecer, además es el de “no te metas”, la mayoría de las veces en cosas graves lo maneja a distancia como buen cobarde, tiene chofer cosa que en estos momentos nadie tiene y para completar se lleva mal con su segundo, con quien tendría una enemistar por la falta de operatividad y del mal manejo del personal, y según dicen tendría serios problemas con la bebida “no falta asado en la que no se prenda y los juanes se aprovechan de esta debilidad”.
Si todo esto es cierto… realmente estamos mal. Sumemos al Comisario Pablo Álvarez, quien fuera denunciado por este diario, atento a que nadie hizo nada con este violento, sino darle licencias… realmente esto es un delito de encubrimiento GRAVE.
Como el desmanejo sería el único mensaje que transmite la Departamental San Justo, graves denuncias nos llegan desde Miramar de Anzenuza, lugar en donde el misógino y mal llevado Sub Crio. Pablo Lencina, se conduce, la denuncia penal por supuesta falsedad ideológica y violencia de género hacia G. B.

EL YA CASI IDO TRIBUNAL DE CONDUCTA POLICIAL ENCUBRIDOR Y CORRUPTO.

Este comisario que sería un misógino declarado, ya que cuenta con dos denuncias en el TCPP las cuales según fueron archivadas porque tendría un amigo que le colabora cajoneando sus hechos, también hace unos años atrás fue tal el abuso de poder que ejerció contra una joven policía que la llevo en su desesperación a presentar la renuncia y a quien se atreviera a denunciarlo los hacia dar de baja.
No tiene buena relación ni si quiera con sus pares, han pasado varios comisarios y según el ninguno le sirve, sobre todo si le tocan algunos pocos secuaces que le quedan.

BASTA DE LOS AMIGOS DEL PODER.

Hoy desde esta redacción hacemos esta denuncia pública y que los que tengan que tomar acciones concretas lo hagan, ya que desde la asociación acompañaran a las víctimas de estos maniáticos, abusadores a realizar la denuncia correspondiente, ya es hora que se acabe estos terribles abusos de poder, que desestabilizan y no permiten que el personal trabaje y se avoque para lo que fueron preparados.