El significado de pertenecer y ser POLICÍA.

El tiempo enseña que muchos de los anhelos e ideales de las personas que ingresan a la Institución Policial con vocación, y amor al servicio a la comunidad, se desmorona lenta , e inmediatamente después de egresar y comenzar una labor objetiva a las ordenes de los superiores. Sujetos estos, que ostentando una jerarquía de verticalidad instituida para un funcionamiento ordenado se envilecen y utilizan a los subalternos solo en un a herramienta de escalada y significación positiva y egoísta para su carrera persona de escalamiento jerárquico. Olvidando por completo la esencia, definición y objetivo de la superioridad policial, (escrita claramente en el Dto Reglamentario 763/12 Art 3, 4 y articulo 13 puntos 1 al 9).

Dicho esto, en honor y albricia por los efectivos policiales que portan el uniforme con los ideales de compañerismo, con afán de perfeccionarse, de respeto por el prójimo, de concentración en aprehender al delincuente, de cuidar la vida del vecino, pero también la propia, de entender que subordinación en agachar la cabeza en libertades personales en bien del prójimo, un sacrificio de DERECHOS dejados de lado voluntariamente en pos del servicio. En fin definir la labor policial es dificil, SOLO ME GUIO POR LAS ACCIONES , que son las valederas para DEFINIR AL SEÑOR POLICÍA UNIFORMADO, DEL DELINCUENTE INGRESADO A LA REPARTICIÓN PARA PORTAR UN UNIFORME A DELINQUIR.

Vaya este humilde homenaje a estos policías, en un poema que supo regalarme (no se si de su autoria )hace mas de dos décadas, un suboficial que se destacaba por el sacrificio en beneficio del inocente, de la victima, con rectitud de carácter y templanza ciega para hacer cesar al delincuente de su accionar antijurídico, en fin era de esos viejos policías que solo con una mirada te impone el ejemplo para los nobeles agentes y para algún que otro suboficial cobachero , y ni hablar de la casta parasitaria de ALGUNOS QUE SE DEBE LLAMAR OFICIALES POR OBLIGACIÓN , Dios permitiera volver a tener señores suboficiales como OCHOA DANIEL «el gallo, el quirquincho, el brujo, el señor de la costanera» Gracias por haber estado , y estar en tus descendientes.

SEÑOR DE TI MISMO.

Cuando patrulles la ciudad y sientas

que es tu misión sagrada custodiarla;

Cuando veles el sueño de los otros

y creas en el apostolado de tu guardia;

Cuando el eco de tus pasos en la noche

lleven tranquilidad y den confianza;

Y representes la paz en cada esquina

Bajo el sereno control de tu mirada.

Cuando el frío y el sol muerdan tu carne

sin que se mueva un musculo de tu cara;

Cuando el miedo penetre en tus entrañas

y encuentres alli, un altar de fe cristiana;

Cuando tengas la humildad de los valientes

para ordenar hacer lo que mas cueste,

y los hombres te sigan por ti mismo,

aunque vayas incluso, hasta la muerte.

Cuando impongas respeto y disciplina

solo con tu presencia y ante quien sea;

Cuando nadie juzgue jamas tu conducta

porque no das lugar para que puedan;

Cuando el código de honor que guíe tus actos

marque el norte vital de tu existencia;

Cuando en cada amanecer mires al cielo

agradeciendo a dios poder decir PRESENTE!

Cuando la lista de muertos dia a dia

signifiquen para ti deudas pendientes,

y en el llanto de huérfanos y viudas

encuentres para tu lucha un aliciente.

Cuando el surco caliente de una bala

rompa el espejo negro del silencio;

Cuando florezca un clavel ensangrentado

en el pecho de tu compañero;

Y eleves al señor una plegaria, sin rencor,

ni queja ni lamento.

Cuando debas tirar, y tu disparo

sea sin odio y a la vez certero;

Cuando aceptes morir solo en una calle

teniendo por mortaja el firmamento;

Cuando aspires a formar junto a los otros

que hacen guardia junto a los luceros;

Cuando seas imparcial contigo mismo

sin creerte poseedor de las verdades.

Cuando puedas reprimir impulsos propios

desechando egoísmo,envidia y vanidades;

Logrando irradiar sin falsas poses

esa hombría de bien con la que se nace;

Cuando te compenetres totalmente

de tu hermosa misión en esta tierra.

Cuando no te encandilen los honores

ni el poder se te suba a la cabeza;

Cuando el dinero no pueda doblegarte

ni en ponerle precio a tu decencia;

Cuando eso consigas con tu esfuerzo,

Recién entonces habrá llegado el dia

en que puedas gritarle al universo:

POR LA GRACIA DE DIOS SOY POLICÍA!

(ALBERTO THEAUX)